jueves, 5 de diciembre de 2013
TEXTO Y DISCURSO EN CHIMBOTE
Sobre el texto y  discurso existe una problematización en su definición y,  en casi toda la bibliografía no está ausente la ambigüedad, la polisemia y hasta la sinonimia. Por lo tanto, si alguien preguntase qué es el discurso y  qué es el texto, habría que replicar: ¿”Desde qué perspectiva estás preguntando?” Por ejemplo Sarfati (1993) explica que el discurso puede tener un sentido específico  al referirse a la conversación y una tendencia general, al referir a toda clase  de signos. Van Dijik, lo reafirma:
“….debemos tener conciencia clara de la diferencia teórica entre el uso abstracto del término "discurso" cuando nos referimos a un tipo de fenómeno social en general y el uso específico que hacemos de él cuando nos ocupamos de un ejemplo concreto o un ejemplar determinado de texto o de conversación”.
En otras palabras,  se puede enlazar con la la concepción de  la lingüística textual  que estudiaba al texto sin contexto , mientras que la disciplina del Análisis del discurso, consideraba al discurso como un texto  en el contexto. En este trabajo nos referiremos básicamente al discurso como generalidad  y que opera a nivel de las ideas o del contenido semiológico con que la sociedad y  suma de textualidades colectivas individuales se desenvuelven. Creemos, como decía Van Dijik, que  el discurso es una parte intrínseca de la sociedad y participa de todas sus injusticias, así como de las luchas que se emprenden contra ellas. Por eso,  todo ensayo, todo trabajo no solo debe limitarse a  brindar una descripción  elemental de las entidades que se suceden en  el acontecer de la realidad, llámese pólitica, cine, literatura, etc, sino que  debe haber una criticidad, según Van Dijik:
“Los analistas críticos del discurso no se limitan a observar tales vínculos entre el discurso y las estructuras sociales, sino que se proponen ser agentes del cambio, y lo hacen como expresión de solidaridad con todos los que necesitan con urgencia ese cambio “.
De estas ideas expuestas habría que preguntarse, por ejemplo, ¿Cómo ha  evolucionado el  discurso social y político en Chimbote a partir de  la historia? ¿Ha existido una postura heterodiegética de la historia como ensoñación en los textos de Unyén o de los demás  “historiadores”? ¿Ha sido el discurso sociopolítico de los gobernantes de turno un acercamiento a lo “Chicha/informal” o es el reflejo de una realidad pobre de espíritu? En los textos periodísticos diversos y en las entrevistas que se han observado por la televisión podemos advertir que los discursos tienen un hilo común: una carencia de ideas y de soporte sociopolítico, ausencia de paradigmas filosóficos y vaguedad en las  propuestas. Por ejemplo el Presidente Regional de Ancash, César Alvarez, (Véase http://www.youtube.com/watch?v=gE4nDYi6iv8)  a través de esta entrevista, revela un modus oprerandi basado en la informalidad, lo que en el fondo transmite el nivel educativo de los gobernantes de turno y la forma en que los argumentos políticos se usan para manipular o maquillar la realidad. Hay en estos gobernantes una política del insumo como estrategia o del  clientelaje como práctica, donde lo importante es la “reelección” y no  el desarrollo  sostenible de la comunidad. A través de un Estudio Crítico del Discurso (ECD) se puede ver que periodistas  “comandos”asumen un rol desde el poder de la autoridad y niegan los demás discursos que entran en contradicción con ellos.  En esta lógica de afirmación y  negación parece afirmarse una ausencia de criticidad social, debido a que los sujetos parecen embrutecidos por la puesta en escena de una realidad “mediática”. 
Por eso,  el contexto chimbotano y neochimbotano  requiere de una lectura profunda que desmitifique la era  arguediana y que deconstruya el mito de la ciudad. Hay que considerar que los discursos marginales y del poder parecen chocar y ser antagonistas, y en ciertos casos llegan a unirse, por ejemplo cuadros políticos de barrio que apoyan los discursos de candidatos  impresentables. ¿Por qué la gente reelige a personajes que lucran con el poder?  ¿Por qué estas personas tienen un imaginario social arraigado a lo decadente, como repertorio de la ciudad chimbotana? ¿Es el discurso de la ciudad una situación emblemática inmodificable? Creemos que la criticidad ausente de los textos sociopolíticos o literarios coadyuvan a  una actitud conservadora, frágil. La discursividad  de la ciudad se muestra aletargada por una condición pasiva, mediocre, de paradigmas educativos  pobres. 
En conclusión, el discurso chimbotano, en el ámbito político , social y periodístico obedece a patrones establecidos por la práctica  informal y  por una conciencia social “farandulera” que apenas advierte de este fenónemo.
SARFATI (1997). Elementos del análisis del discurso.Paris: Nathan
 
EQUIPO: SARITA “LA CARTONERA”
Coral Avila, Erica
Morales Viera, Italo
Pérez Castillo, Sara
Rentería Valera., Betty
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